Forjado en mi propia fundición

FORJADO EN MI PROPIA FUNDICIÓN

Este caos invadido

por recuerdos incoherentes

son restos de lo que han sido

los rincones de mi mente.

Do una vez hubo guardados

pensamientos racionales

que caían exagerados

cual lluvias estacionales.

Que no mojan, que no secan

ni benefician tampoco

sino que, a mal, se presentan

como delicias de un loco.

Ahora esto un bosque roto,

azotado por los vientos,

donde soy presa en el coto

cazado por sentimientos.

En mi mente ahora se cruza

desbocada en estampida

la reflexión más perfecta

y una absurda fantasía.

Y es que mi estado mental

a un debate da comienzo

sin aparente final

donde ya no sé si es cierto

lo que muchos aseguran:

“que me estoy volviendo loco”.

Puede que no lo esté nunca

que lo esté, o me falte poco.

Pero aun en caso de estarlo

¿por qué importa si es así ?

¿Por qué tengo que ocultarlo

si así puedo ser feliz?

Pero me paro y pregunto:

¿dónde acaba la cordura real?

¿en líneas que inventa el mundo

o es a nivel personal ?

Porque veo a muchos diciendo

que deberían pensar

pues podrían estar siendo

ellos los locos de atar.

Sobre mí frecuentemente

oigo eso de que soy raro.

¿Ser un poco independiente

ya te lleva hasta ese grado?

Eso es un problema grave

aunque nadie lo comparte

porque al final significa

que ya no se identifica

a alguien por un valor propio

si no es la impuesta y vacía

conducta de los negocios.

Y así el mundo se desvía.

Cuando no se es consecuente

si personas no reflejan

lo que creen, piensan y sienten

porque es tarea más compleja

que seguir moda y corrientes

sólo para destacar

entre mucha multitud

donde creen ser diferentes,

cada uno como el siguiente,

y la originalidad

ya no sea una virtud.

Mas no paran y me insisten

que lo bueno es lo actual.

Son las máscaras que visten

y un canon para actuar

que marca la sociedad

mientras entra en su declive

que podría solucionar

los deslices que persisten.

Pero siguen sin mirar.

(verano 2011)