miércoles, 1 de mayo de 2013

Ni rey, ni príncipe, ni luces

NI REY, NI PRÍNCIPE, NI LUCES

Esta noche hemos salido
por el mundo a pasear.
Esta noche sin quererlo
ha sido muy especial.

La he cogido de las manos
me ha matado su ternura,
he trazado su cintura
con la curva de mi brazo.

Hemos sido en un abrazo
un solo alma, y la Luna
nos ha visto y se ha enfadado
porque ya no era mi musa.

Esta noche me ha pedido
que nunca deje de amarla.
Esta noche me he perdido
para que ella me encontrara.

Y nos hemos desmayado
y hemos vuelto en sí, y en no,
y hemos vuelto en re y en do
y nos hemos encantado,
cantado a pleno pulmón
y después reconciliado
con el bosque donde estábamos
que sobre esas horas duerme.

Yo la miraba inocente
cuando me ha mordido el lóbulo
y aunque yo era el rey de Roma,
como en la historia de Rómulo,
sólo quería a la loba.
Y a su boca, y a sus dientes,
que he notado recorrer
con su mueca sonriente,
acechando con coser
mi garganta a dentelladas.
Pero no me ha hecho sufrir
y a cambio de ese mordisco
ha dejado ladeada
su cabeza sobre mí
porque, tal como me ha dicho,
allí es donde ella es feliz
y se siente afortunada
de poder estar conmigo.

Por eso esta noche ha sido
de lo mejor que he vivido.
Pero un rayo me atraviesa
porque he amado a una princesa
pero nunca he sido príncipe
y ahora el color de esta página
se apaga porque mis lágrimas
han llegado ya a su límite.

Porque si vuelvo a mirar,
por mucho que escriba versos
y la ame, no va a estar.
Se repetirá este sueño
y veré otra vez mis besos
ser llevados por el aire
a romperse en las estrellas,
mientras yo la amo a ella,
mientras lloro aquí con nadie.

(20/2/2013)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Tienes una opinión, valoración o critica?¿te ha transmitido algo especial?¡Compártelo!